Cómo empezar en la Meditación en 5 pasos sencillos
Nuestra mente está activa constantemente, invadida por pensamientos que, muchas veces, nos generan ansiedad, angustia o estrés. Así como ejercitamos el cuerpo para estar saludables, nuestra mente también necesita entrenamiento para manejar esos pensamientos perturbadores. La meditación es una de las mejores formas de lograrlo.
La meditación es una práctica milenaria cuyo objetivo es entrenar la mente para alcanzar un estado de serenidad. Implica concentrarse profundamente para calmar los pensamientos, obteniendo un descanso mental y emocional.
Los beneficios de esta práctica son muchos, y probablemente ya hayas escuchado hablar de ellos: control de la ansiedad, mejora de la concentración y mayor conciencia del presente. Sin embargo, iniciarse en la meditación requiere preparación y constancia. La clave está en tener paciencia, ya que es común que en las primeras sesiones sientas que no lo estás haciendo bien.
Para ayudarte a comenzar, te compartimos algunos consejos sencillos. En UNNI, creemos en el bienestar integral y nos alegra acompañarte en este proceso. ¡Haz de la meditación parte de tu rutina y siéntete mejor día a día!
1. Prepárate
Elige un momento del día en el que puedas estar tranquilo y sin interrupciones. Busca un espacio silencioso, donde te sientas cómodo. Viste ropa ligera y holgada que no te apriete ni te distraiga.
2. La postura importa
La postura es clave para una buena meditación. Siéntate de manera cómoda, ya que estarás en esa posición durante todo el tiempo que dure la sesión. La postura tradicional es con las piernas cruzadas y la espalda recta, pero no es la única opción. Si te resulta incómoda, puedes optar por sentarte en una silla o acostarte en un mat. Lo más importante es que la espalda siempre esté recta y los hombros relajados.
Una vez que encuentres tu posición, estarás listo para empezar.
3. Enfócate en la respiración
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Inhala y exhala de manera suave, notando cómo el aire entra y sale por tu nariz. Presta atención a la temperatura del aire y a la velocidad de tu respiración. Este enfoque te ayudará a mantenerte presente durante toda la sesión. La respiración es tu ancla; vuelve a ella siempre que lo necesites.
4. Deja que los pensamientos fluyan
Durante la meditación, los pensamientos surgirán una y otra vez. Esto es completamente normal. La idea no es evitarlos, sino aprender a dejarlos pasar, como nubes en el cielo. No los juzgues ni te detengas en ellos. Simplemente, acepta su presencia y regresa tu atención a la respiración.
Al principio, es posible que te sientas inquieto o que cualquier ruido te distraiga. Este es el verdadero ejercicio: aceptar las distracciones y seguir adelante.
5. Avanza de manera gradual
Comenzar con sesiones largas puede ser abrumador. En su lugar, establece metas pequeñas y aumenta el tiempo gradualmente. Por ejemplo, empieza con 1 minuto de meditación el primer día, luego sube a 5 minutos, hasta llegar a los 20 o 30 minutos. No te apresures, lo importante es progresar de manera constante. Con el tiempo, te sentirás más cómodo y disfrutarás de la experiencia.
Para hacer tu práctica más placentera, considera añadir velas o aceites aromáticos que te ayuden a relajarte. En UNNI, tenemos una selección de aromas perfectos para acompañarte en este camino hacia el bienestar.