Vivimos en un mundo con un ritmo de vida incesante y a veces agotador. De allí, que estar bien, psicológica y físicamente, sea uno de los retos esenciales de nuestro tiempo y uno de los que solo podemos lograr a partir de nuestra relación con nosotros mismos y con el entorno donde nos desenvolvemos.
El reto de estar bien significa para UNNI encontrar el balance y el equilibrio que tanto necesitamos, y a partir de allí, alcanzar un nivel de bienestar óptimo que nos ayude a enfrentar el ajetreo diario, sin perder la perspectiva ni sucumbir ante el estrés. Esto se logra a través de los siguientes tres hábitos básicos que harán que tu vida sea más simple y más positiva.
Somos lo que comemos
Seguramente, has escuchado muchas veces esta frase pero siempre volvemos a ella porque no puede ser más ilustrativa. La alimentación tiene un efecto súper importante no solo en la forma en que nos vemos, sino también en cómo nos sentimos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta saludable nos protege contra enfermedades no transmisibles como las cardiopatías o la diabetes. Es por eso que una alimentación consciente es el primer paso para mejorar nuestro bienestar.
No somos la policía de la nutrición, pero sí te recomendamos, bajo los paramentos establecidos por la OMS, consumir diariamente al menos 400 gramos de frutas y hortalizas, evitar el azúcar y disminuir la ingesta de grasas. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
Lo anterior no significa que no puedas comerte un postre una tarde con tus amigas o una parrilla un sábado con tu familia. En el balance está la clave.
Muévete con regularidad
La actividad física es vital para evitar las enfermedades que se derivan del sedentarismo como la obesidad y la hipertensión. Aunado a ello, numerosos estudios, a lo largo de la historia, han demostrado que la práctica de ejercicios regular tiene un efecto positivo para mejorar los síntomas de la depresión, la ansiedad y el estrés.
No todos tenemos que ser los deportistas del año, ni entrenar cinco horas diarias para alcanzar una vida más saludable. Según datos de la OMS, son más que suficientes 20 minutos de actividad aeróbica diaria, de intensidad moderada, para evitar riesgos de enfermedades cardiorrespiratorias y musculares.
En este sentido, correr en las mañanas en el parque más cercano a tu casa, dar un paseo largo o salir alguna vez en bicicleta son actividades sencillas que además de mejorar tu salud, también mejorarán tu estado de ánimo.
Crea el hábito y disfrútalo. Quizás los primeros días te cueste un poco más de esfuerzo, pero con el tiempo no podrás dejarlo de hacer.
Mente positiva
Suena a cuento de hadas pero es real. Un estudio de la Universidad de Harvard, publicado en la revista American Journal of Epidemiology, demostró que las mujeres optimistas tienes menos probabilidades de padecer cánceres letales, enfermedades coronarias o derrames.
El estudio realizado involucró en su muestra a más de 70.000 mil mujeres y sus autores hicieron énfasis en que el sostenimiento de una actitud optimista o positiva en la vida, es algo que también se puede aprender.
En este sentido, Eric Kim, codirector de esta investigación, señala algunas estrategias para incrementar los niveles de optimismo, si acaso no eres de quienes siempre piensa en positivo. Estas son:
- Pensar siempre en ser la mejor versión de sí. Esto se logra recreando situaciones en las has alcanzado metas importantes después de haberte esforzado mucho.
- Escribir semanalmente tres cosas por las que te sientas agradecido
- Llevar un registro de las cosas que haces por otras personas.
Como ves no es imposible vivir mejor, ni tampoco es necesario someterse a regímenes o tratamientos demasiado complejos y exigentes. Las grandes transformaciones se logran a partir de pequeños cambios. ¿Aceptas el reto de estar bien? Nosotros te acompañamos.