Cómo iniciarte en la meditación en 5 pasos
Publicado por UNNI EIRL en
Nuestra mente está activa en todo momento y de forma constante se ve asaltada de pensamientos que nos generan ansiedad, angustia o estrés. Así como ejercitamos nuestro cuerpo para ser más saludables, nuestra mente necesita entrenamiento para controlar los pensamientos que nos perturban y esto se logra a través de la meditación.
La meditación es una práctica milenaria que consiste en entrenar la mente con el propósito de conquistar un estado de serenidad. Implica concentrarnos para imponer silencio a los pensamientos.
Los beneficios de esta práctica son muchos y quizás ya has escuchado hablar de ellos. En una primera instancia, la meditación nos ayuda a controlar la ansiedad, a mejorar la concentración y sobre todo a tomar conciencia de nosotros y de nuestro presente.
Iniciarse en esta práctica requiere de preparación y de constancia. La clave es tener paciencia pues en las primeras sesiones sentirás que no lo estás haciendo bien.
Por eso hoy, te compartimos algunos consejos para iniciarte, acompañarte y guiarte en este proceso. En Unni, forma parte de nuestro reto de estar bien y hoy lo compartimos con todos.
- Prepárate
Elige un momento del día en el que no tengas algo pendiente o urgente por hacer. Busca un lugar tranquilo y libre de interrupciones. Asegúrate también de vestir ropa cómoda y ligera que no te apriete o distraiga.
- Sentarse es tu punto de partida
La forma de sentarte es fundamental en la meditación. Considera que en esa posición permanecerás todo el rato y por lo tanto debe ser cómoda para poder tolerar la cantidad de tiempo que te pongas como meta.
La posición clásica es estar sentado con las piernas cruzadas y la espalda totalmente recta. Sin embargo, para algunos esta posición es incómoda. En este caso, puedes sentarte en una silla o acostarte sobre un mat con los hombros y brazos relajados pero siempre con la espalda recta.
Una vez que has encontrado la posición adecuada para ti, puedes comenzar.
- Sigue tu respiración
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Enfócate en inhalar y exhalar de forma suave y en notar cómo el aire entra y sale por tu nariz. Siente la temperatura del aire y la velocidad de tu respiración. Sigue cada uno de los cambios de la misma y continúa. La respiración es lo más importante y te acompañará en toda la sesión. Vuelve a ella siempre que lo necesites.
- Insiste
A lo largo de la sesión aparecerán pensamientos una y otra vez. Eso no está mal. La idea es que, cuando aparezcan, logres dejarlos pasar como pasan las nubes en el cielo. Acéptalos, no los analices ni los juzgues y sigue concentrándote en la respiración.
Ten en cuenta que al principio te sentirás incómodo y cualquier ruido o pensamiento te desconcentrará. El ejercicio es entrenarte para aceptar todas esas condiciones, aunque sean incómodas y aun así seguir enfocándote en tu respiración.
- Avanza de forma progresiva
Al principio permanecer es difícil. Ponte pequeñas metas cada día para avanzar de manera progresiva. Empieza poniéndote 1 minuto como primer objetivo, otro día 5, hasta llegar a los 20 o 30 minutos. No te desesperes si te cuesta mucho. Con la práctica diaria comenzarás a progresar de forma significativa y aprenderás a disfrutar de tu práctica.
De forma adicional, puedes incluir en tus sesiones algunas velas o aceites aromáticos que te ayuden a relajarte. Aquí encontrarás aromas ideales para tu práctica.
Queremos leer tus comentarios y saber de tus logros. Práctica, comparte y cuéntanos cómo te va.
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- Etiquetas: autocuidado, bienestar, meditacion, respiracion
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